Qué son las adicciones?
Las adicciones son un trastorno mental crónico y recidivante, es decir, que alternan periodos de consumo más descontrolado con momentos de abstinencia en los que se abandona el consumo. Generan cambios en los circuitos del cerebro que provocan que la persona consuma de forma compulsiva a pesar de las consecuencias negativas físicas, psicológicas y sociales. Las adicciones incluyen diferentes tipos de drogas como lo pueden ser; marihuana, cocaina, cristal, alcohol, tranquilizantes, entre otros…
Una adicción conlleva un patrón de funcionamiento desadaptativo de consumo de una droga con deterioro o malestar significativo. Esto puede llegar a afectar a todas las áreas de la vida de la persona. Normalmente se habla de adicción cuando esa conducta se mantiene durante un tiempo prolongado (a partir de 12 meses)

Cuando se habla de drogas se hace referencia a toda sustancia que consumida modifica diferentes funciones del organismo, principalmente emocionales, (humor, funcionamiento cerebral) como físicas (disfunción respiratoria o gastrointestinal).
Normalmente, estas sustancias se caracterizan por pasar de forma rápida desde el torrente sanguíneo hasta el cerebro, lo que produce cambios en la conducta. Estos efectos suelen ser percibidos de forma habitual como placenteras en los primeros consumos. Como resultado de ello, muchas personas siguen tomando la sustancia, aunque llega un momento, que las mismas ya no les ocasiona el mismo placer, que en un principio, presentaban, y las consecuencias se convierten en graves, tanto para el paciente, como para su entorno.

Cuando se consume de forma repetida una droga suelen aparecer algunos efectos negativos en el cuerpo y el comportamiento, como son:
Tolerancia a la sustancia. Significa que cada vez es necesario elevar las dosis, para lograr el efecto deseado. En el caso del Alcoholico; cada vez hay que beber más cantidad de alcohol para conseguir los efectos de la intoxicación, y en caso de que el uso de la sustancia sea continuo, cada vez necesitara de mas sutancia, para conssguir el grado deseado de placer.
Síndrome de abstinencia. Conjunto de reacciones físicas y psicológicas que suceden cuando una persona con una adicción deja de consumir la sustancia de golpe o consume menos dosis de la que acostumbraba consumir.
Además, cuando se instaura la adicción es habitual que la persona presente algunas de las siguientes características:
- Reconozca que consume una cantidad más elevada de la que pretende o durante periodos más largos de los que quisiera.
- Tiene un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de la sustancia.
- Hay deseo intenso o urgencia para consumir (craving).
- Dedica una parte importante de su tiempo a actividades relacionadas con obtener la sustancia (por ejemplo, desplazarse largas distancias), en el consumo de la sustancia o en la recuperación de los efectos de esta.
- Prioriza el consumo por encima de las actividades sociales, laborales o de ocio.
- Tiene cada vez mayores dificultades para cumplir con las principales obligaciones.
- Sigue consumiendo la sustancia a pesar de tener problemas sociales o interpersonales causados o agravados por el consumo.
- Consume en situaciones en las que es físicamente peligroso.
- Continua con el consumo a pesar de ser consciente de tener un problema físico y psicológico relacionado con la sustancia.
Aunque en cada persona el impacto de la adicción es diferente y personalizado, todas las adicciones afectan de forma similar al funcionamiento cerebral y, por tanto, el tratamiento tiene muchos elementos en común.
Las adicciones se tratan como una enfermedad mental crónica con un abordaje múltiple: médico, psicológico y social.
Síntomas de los Trastornos Adictivos
En los trastornos adictivos coexisten una gran cantidad de sígnos y sintomas, que varían de acuerdo a las sustancia y tipo de consumo del paciente:
Necesidad constante de consumir, de autoadministrarse la o las sustancias de la que se ha desarrollado la adicción. Se utiliza la palabra “craving” para hablar del deseo incontrolado de consumo.
Dificultad en el control del consumo. Conduce al consumo excesivo y, a la vez, produce consecuencias negativas familiares, laborales, sociales, en la salud física y mental. La persona continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de estos problemas que son recurrentes o persistentes. El paciente intenta, pero no consigue reducir o controlar el uso de la sustancia, lo que los lleva a la frustraccion y continuar consumiendo.
Añadir otro tipo de sustancias adictivas por la necesidad de conseguir un mayor efecto, ya que poco a poco el efecto que se presnetaba anteriromente deja de ser el mismo.
Efecto rebote. El paciente al utilizar la sustancia para tranquilizarse suele sentirse más nerviosa que antes de tomarla cuando termina su efecto, por lo que necesita volver a consumir, para cortar aparentemente los efectos negativos que esta le puede traer.
Tolerancia. Aparece cuando se utiliza de forma progresiva más cantidad de la sustancia para conseguir mayor efecto. El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con su consumo continuó.
Síndrome de abstinencia. El cerebro comienza a acostumbrarse a funcionar con una sustancia por lo que necesita a menudo una nueva dosis para obtener un efecto concreto o evitar síntomas desagradables como la angustia, el estrés o el desánimo. Aparece cuando se deja de consumir la sustancia y los síntomas se pueden aliviar cuando se toma más sustancia.
Alteración de la conducta porque está bajo los efectos de la sustancia o porque la echa de menos. En función del tipo de droga, pueden aparecer todo tipo de alteraciones conductuales: agresividad, conductas violentas, marcada apatía, alucinaciones, delirios, etc.
Intoxicación. Se produce por un consumo excesivo de la sustancia y causa una disminución del rendimiento psicológico y conductual. La intoxicación aguda puede derivar en un coma y llegar a provocar la muerte. La intoxicación crónica, que se debe a un consumo regular y excesivo durante un período prolongado en el tiempo, puede provocar, entre otros, trastornos digestivos, neurológicos y cardiovasculares.
Cambios a nivel cerebral. La persona cambia su manera de pensar, sus opiniones, actitudes y motivaciones que pasan a ser cada vez más favorables hacia el consumo, en modo de defender el mismo. Muchas de las personas que han desarrollado una adicción piensan que pueden controlar el consumo de la sustancia y que, por tanto, no desarrollarán la adicción. Lo cual es la mejor manera de Autoengañarse, No ven los riesgos y problemas que conlleva la adicción, solo lo que es gratificante.
Cambio de prioridades. Se dejan a un lado ciertas actividades importantes y placenteras para obtener la sustancia como pueden ser actividades de ocio. Gran parte del tiempo se dedica a la obtención o consumo de la sustancia. La sustancia encabeza su escala de valores por encima de la salud, la familia, el trabajo o el dinero.
Recaída. Resulta muy difícil no consumir en determinadas situaciones y un primer consumo suele llevar una recaída. Puede darse en una persona que llevaba meses sin consumir y el descontrol puede ser mayor que antes.
Causas de los Trastornos Adictivos
Dado a que las adicciones llegaron a instalarse y posesionarse en una sociedad, Hoy en día se sabe que en la aparición de una adicción influyen múltiples factores que interaccionan entre ellos.
ADN
Factores genéticos. Un factor fundamental viene determinado por la genética de la persona. El trastorno adictivo donde está más demostrado es la adicción al alcohol, donde se estima que hasta un 50% de la vulnerabilidad de una persona a desarrollar la enfermedad es de origen genético.
Persona que fuma al lado de otra
Factores ambientales. Por ejemplo, cuanto a mas temprana edad se inicia el consumo de una droga en la vida de una persona, y también cuanta más cantidad se toma, más riesgo hay de desarrollar una adicción, lo cual los hace mas vulnerables. La manera de tomar la droga también influye. Las vías de administración que suponen una concentración en sangre más elevada y en la que se llega de forma más rápida, presentan un mayor riesgo, especialmente la vía intravenosa.
Cambios de humor, los doble cara
Personalidad. Determinados rasgos de personalidad o maneras de ser también incrementan el riesgo de tener un trastorno adictivo. Rasgos como la impulsividad o la tendencia a buscar nuevas sensaciones.
Enfermedad mental. La presencia de una enfermedad mental incrementa también el riesgo de desarrollar un trastorno adictivo.
Factores sociales. Las circunstancias sociales tienen una gran importancia en el desarrollo de las adicciones. Cuanto más accesible y más económica llega a ser una droga, más se extiende su consumo y genera más adictos. Y algo importante tambien señalar, si su publicidad es permitida (como es el caso del alcohol y el tabaco), el problema se torna aún más grande.
Una vez que juntamos todos estos factores, estos suelen provocar que una vez una persona inicia el consumo de una droga, se produzcan una serie de cambios cerebrales en un lugar específico denominados los circuitos de recompensa. Estos circuitos son los encargados de transmitir en la persona que la conducta es beneficiosa para él y que, por tanto, vale la pena repetirla (un ejemplo claro es; el comer, relacionarse con los demás o practicar actividades placenteras para la persona). Los cambios que las drogas provocan en estos circuitos facilitan la instalación del consumo, en general con un incremento de su dosis y su frecuencia.
Por lo tanto, la adicción es considerada una enfermedad crónica que ocurre tras el consumo continuado de una droga durante un período de tiempo relativamente largo. Por tanto, el principal factor desencadenante de la enfermedad es el consumo mismo de la droga.
El curso evolutivo de los trastornos adictivos suele ser remitente-recurrente, es decir, se alternan periodos de abstinencia a la droga con otros de elevado consumo, que se llaman recaídas. Hay varios factores desencadenantes de las recaídas, como son:
- Sentimientos encontrados (tristeza, angustia, irritabilidad).
- Los estímulos relacionados con la droga (personas que tienen acceso al consumo de algun tipo de sustancia.
- el craving, que se define como un deseo muy intenso y a menudo irrefrenable de tomar la droga.
- la abstinencia física, que aparece cuando una la persona tiene una dependencia fisiológica a la sustancia e interrumpe el consumo.
Entrevista clínica. El diagnóstico de un trastorno adictivo se realiza, principalmente, mediante la entrevista clínica con el paciente.
En la mayoria de las entrevistas se incluye a los familiares o personas cercanas que pueden aportar información relevante sobre la persona.
Para confirmar que la persona ha consumido o consume la sustancia se le pregunta sobre su patrón de uso en relación con la droga, tanto presente como pasado.
Pruebas de laboratorio. Existen ciertas pruebas de laboratorio que pueden ayudar a confirmar el consumo de la sustancia como, por ejemplo, el análisis de orina que analiza los restos de la droga consumida. Esta técnica se utiliza mucho para detectar recaídas.
Para que el uso de una droga se considere un trastorno adictivo es necesario, además, evaluar el impacto que tiene en la persona. Existen varios criterios consensuados por expertos como:
- Que el paciente consuma más cantidad actualmente a la que consumio de manera inicial, con sensación de pérdida de control ante la sustancia.
- El consumo de la droga traiga consecuencias negativas en la vida del paciente (deterioro de las relaciones interpersonales, malestar físico o psicológico, pérdida de trabajo, abandono de otras actividades como el ocio o el deporte).
- Cuando el paciente desarrolla tolerancia (cada vez necesita más cantidad de droga para obtener los efectos deseados) y/o dependencia física (al dejar de tomar la sustancia se encuentra en situación de abstinencia, lo que conlleva un riesgo para la salud y mucho malestar psicológico).
- El consumo tenga repercusiones en la salud física y/o psicológica de la persona.
Tambien existen las pruebas de neuroimagen (escáneres cerebrales y similares) que permiten visualizar los cambios biológicos que ocurren cuando se desarrolla una adicción, pero el mas importante, y en el que realmente se puede llegar a un diagnostico, es en la entrevista clinica.
Cuando es diagnosticada la enfermedad, es muy importante evaluar el impacto que tiene para la persona en las diversas áreas de su vida, especialmente a nivel orgánico, psicológico y social. La cual se obtiene mediante la entrevista, y la colaboracion de las personas de su entorno.
EVOLUCION DE LA ENFERMEDAD
Las adicciones suelen tener una evolución recurrente o cíclica, aunque hay excepciones, como remisiones espontáneas en que desaparece el consumo de la droga sin intervención de profesionales sanitarios. Es decir, se alternan periodos de consumo más descontrolado con períodos más o menos prolongados en que se abandona el consumo (abstinencia) y que son seguidos por recaídas en el uso de la sustancia. Pero si se logra, romper este ciclo.
Con el consumo repetido, los estímulos ambientales que se asocian al uso de sustancias (como lugares o personas con las que se ha consumido o estados emocionales asociados al consumo) también terminan generando deseo intenso (craving) por las sustancias, conductas de búsqueda de consumo o uso de grandes cantidades de drogas. Estas respuestas terminan quedando bien arraigadas y pueden seguir provocando un intenso deseo por las drogas hasta mucho tiempo después de haber parado el consumo.
Cabe mencionar, que en el consumo de la misma sustancia deja de tener las características euforizantes que tenía al inicio. Además, los estímulos cotidianos (como relaciones interpersonales o actividades) que antes satisfacían, dejan de parecer tan atractivos cuando aparece una adicción. La exposición continua del cerebro a las drogas provoca que cuando desaparecen los efectos directos de la sustancia o esta se retira, aparece un estado de intenso malestar emocional. Así, las personas que tienen una adicción no solo pueden abandonar relaciones interpersonales y otras actividades cotidianas que antes resultaban importantes para focalizar toda la conducta en el consumo, sino que pasan de consumir drogas por sus efectos placenteros a consumirlas para aliviar de forma provisional del mismo malestar, que le puede provocar la adiccion.
Las intoxicaciones provocadas por las drogas pueden provocar alteraciones de conducta (con posibilidad de lesiones contra uno mismo o los otros) y accidentes que pueden tornarse fatales (de tráfico, con maquinaria, sobredosis). El consumo continuado también puede provocar otros problemas médicos como:
- Daños en funciones cognitivas (como memoria, atención, planificación) las cuales disminuyen las capacidades de la persona para detener el consumo. En muchos casos, la abstinencia del consumo y las terapias de rehabilitación cognitiva pueden restablecer las funciones cerebrales.
Las adicciones a menudo coinciden con otros trastornos mentales como la depresión, la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Los pacientes que presentan estas comorbilidades a menudo tienen trastornos más severos y resistentes al tratamiento. En estos casos, es necesario un abordaje integral de todos los trastornos, esto es con equipo especializado en salud mental.
Es muy importante señalar que, la recaída en el consumo forma parte del proceso de abandonar una adicción.
Si bien en algunos casos, la adicción puede llegar a tener consecuencias irreversibles, se puede detener el proceso antes de que esto suceda. En general, el tratamiento de las adicciones suele tener por objetivo lograr la abstinencia a la sustancia y mantenerla a lo largo del tiempo.
En este proceso hay una primera etapa de desintoxicación en que se interrumpe el consumo. Cuando un cerebro que tiene una adicción deja de estar sometido a los efectos continuados de la sustancia, suelen producirse una serie de consecuencias desagradables que se conocen como síndrome de abstinencia. Si bien las características específicas de este síndrome varían en función de la sustancia que ha generado la adicción, en general incluye angustia, un intenso malestar tanto físico como emocional y deseo por consumir. Esta etapa puede requerir tratamiento médico (que en función del caso será ambulatorio o en régimen de hospitalización) tanto para paliar la sintomatología como para asegurar que la persona no corre riesgo vital.
Una segunda etapa, esta suele ser más prolongada en el tiempo y es conocida como deshabituación, consiste en ir llevando a cabo estrategias tanto a nivel social como familiar y laboral sin el uso continuado de la sustancia.
En este proceso de cambio, como puede ser abandonar una adicción, puede presentarse cíclicamente, en el cual; la persona pasa por una serie de etapas, que van desde la fase en la que no se plantea realizar ningún cambio, pasando por el momento en que se empieza a plantear pros y contras de cambiar, hasta llegar a las fases en que hace cosas para alcanzar la abstinencia y mantenerla.
En este proceso aparecen sentimientos contrapuestos contra una misma cosa, en este caso abandonar la adicción, es decir, al mismo tiempo se quiere y no se quiere cambiar, que puede retener a la persona sin terminar de abandonar las conductas y los hábitos relacionados con el consumo durante mucho tiempo.
VIVIR CON LA ENFERMEDAD
Las adicciones son una enfermedad crónica, degenerativa, en la cual es alta la propabilidad de recaídas. Es decir, mientras el paciente está sin consumir puede hacer una vida totalmente normal, y si llegara a ocurrir algún cambio de hábitos para intentar potenciar un entorno saludable y deberá estar atento a determinadas situaciones de riesgo.
Algunos consejos prácticos en la vida diaria fundamentales para la prevención de recaídas son:
- La abstinencia. Definitivamente es el “mejor medicamento”, ya que cuando se alcanza mejora notablemente la calidad de vida en los diferentes ámbitos del paciente: tanto laboral, personal, familiar y social.
- Seguir al pie de la letra, el tratamiento médico. Tomar mal los medicamentos o abandonarlos por iniciativa propia conlleva el riesgo de encontrarse mal o de tener una recaída.
A pesar de todo esto, si no se está tomando de forma correcta la medicación o existe la duda de que la misma medicacion no este funcionando adecuadamente, lo mejor que se puede hacer es ser sincero con el profesionista y comentárselo, porque es una manera de encontrar una solución segura y evitar posibles confusiones y efectos no deseados de algunos fármacos.
- Evitar situaciones de riesgo. Las personas y lugares que se asocian con el consumo de sustancias, pueden ser muy peligrosas de cara a una posible recaída.
- Dormir las horas necesarias para Descansar. Cada persona, en función de su edad y situación personal, tiene unas necesidades diferentes de sueño y descanso. Una correcta higiene del sueño es indispensable para tener buena calidad de vida. Algo muy funcional es, mantener rutinas en los horarios de acostarse y de levantarse.
- Comer de forma equilibrada, frutas y verduras, vitaminas, y llevar horarios establecidos, de la ingesta de los mismos.
- Autoobservarse. Darse cuenta en los cambios de humor, en si uno está más irritable, cansado o ansioso, y en qué situaciones se presenta, esto con la finalidad de minimizar el riesgo de una recaída. Por lo tanto, el autoconocimiento es indispensable para protegerse y cuidarse. Y el apoyo de las personas cercanas también es importante para la prevención.
- No consumir otros tóxicos. El consumo de otros tóxicos, aunque nunca se haya consumido o que no se haya abusado en el pasado, es un factor de riesgo. Está demostrado que consumir, aunque sea en una única ocasión, aumenta las posibilidades de recaer en la adicción.
- Limitarse para el consumo de cafeinas. Los efectos del café sobre el sueño (insomnio) duran aproximadamente ocho horas. Por lo tanto, es recomendable no tomar café a partir de las cuatro de la tarde. Y en ningún caso está recomendado consumir más de 3 o 4 cafés (o dosis de cafeína) diarios. Hay que vigilar la cafeína que contienen bebidas energetizantes y de colas.
- Evitar el estres. Intentar reservar tiempo diario para uno mismo y realizar actividades que nos den placer, siempre de forma relajada. Practicar alguna actividad que ayude a rebajar la tensión (ejercicio físico, manualidades, pintura, escritura o lectura, son buenas alternativas), así como tratar de relativizar los problemas.
- Buscar personas que inspiren confianza, entre los familiares o amigos, alguien que pueda actuar como punto de referencia. Todas, aquellas personas que conviven con personas con una adicción pueden detectar una situación de riesgo de forma más rapidamente. Si esta persona hace comentarios de alerta es importante tenerlo en cuenta, aunque uno mismo a veces no sea consciente, y pedir ayuda profesional en caso de duda.
- Aceptar la enfermedad e intentar aprender a convivir con ella. Negar la enfermedad no hace más que empeorarla. Hay que ser consciente de que una persona que ha tenido una adicción siempre puede tener una recaída, aceptar este riesgo es la mejor manera de prevenirlo, y enfrentarlo en el momento adecuado.
Sabemos que el camino no ha sido fácil, Da click aquí para contactarnos por whatsapp